viernes, 26 de septiembre de 2014

ISO Sensibilidad Fotográfica Y Balance De Blancos

-ISO Sensibilidad Fotográfica-
En fotografía, el término sensibilidad se utiliza para referirse a la rapidez con la que reacciona el material fotosensible a la acción de la luz. Cuanto mayor sea la sensibilidad (de la película o del sensor), menos exposición se necesitará para formar la imagen.
El concepto de sensibilidad ISO se ha mantenido en la fotografía digital, aunque sus fundamentos son diferentes.
Como vimos en un artículo anterior, el sensor es un dispositivo compuesto por una matriz de celdillas o fotositos sensibles a la acción de la luz. Cada uno de los fotositos contiene un fotodiodo que es capaz de convertir la energía presente en la luz (fotones), en corriente eléctrica (electrones), acumulando una mayor o menor carga eléctrica en función de la intensidad lumínica.
El valor de carga acumulado por cada fotosito es bastante pequeño, por lo que debe ser amplificado antes de su digitalización. El nivel de amplificación depende la sensibilidad ISO que hayamos seleccionado en la cámara. Cuanto mayor es la sensibilidad ISO menos cantidad de luz llega al sensor, por lo que más se debe amplificar la señal.
Al aumentar la sensibilidad ISO no estamos aumentando realmente la sensibilidad del sensor. Lo que estamos haciendo es amplificar la señal captada por el sensor, antes de proceder a su cuantificación y registro en una imagen RAW.
-Balance De Blancos-
El balance de blancos se utiliza para ajustar los colores y garantizar que los objetos blancos se ven blancos. Los sujetos pueden recibir iluminación de diferentes fuentes con una temperatura de color distinta, como la luz solar, bombillas incandescentes o iluminación fluorescente. Aunque para el ojo humano puede parecer que estas fuentes de iluminación producen luz del mismo color, en realidad emiten distintas sombras o colores. Por ejemplo, la luz solar se hace más cálida (rojiza) o fría (azul) según la hora del día. Por este motivo, el color de la luz del atardecer es distinto al color de la luz del día.
El sensor de imagen de una cámara digital reproduce estas diferencias de color tal como son, con el resultado de que, sin un procesamiento adicional, el color de la fotografía puede cambiar según la fuente de iluminación. El balance de blancos automático procesa la imagen para quitar los valores de color no deseados, por ejemplo, haciendo más azules las fotografías tomadas bajo bombillas incandescentes para corregir el valor rojizo de este tipo de iluminación. Normalmente, el balance de blancos automático produce los resultados deseados sin que el fotógrafo tenga que preocuparse por el tipo de iluminación. Sin embargo, el fotógrafo puede elegir entre varias opciones de balance de blancos fijas para asegurarse de utilizar el ajuste correcto en situaciones con una iluminación difícil.


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